Dentro de la medicina tradicional que se realiza en China, tenemos a la acupuntura, disciplina que consiste en insertar agujas muy sólidas y finas en determinados puntos del cuerpo humano, labor que se puede asociar de manera simultánea a la presión en estos puntos o a la aplicación tanto de calor como de láser lumínico.
Con la acupuntura, se busca aliviar el dolor que pueda sufrir el paciente en un momento dado, aunque puede ser usada para disminuir las dolencias de otras enfermedades y para aumentar el bienestar corporal de manera general, sobre todo si se trata de reducir los niveles de estrés.
Básicamente, para los partidarios de la medicina china tradicional, la acupuntura es vista como una especie de técnica con la que se intenta equilibrar el flujo de la fuerza vital, caudal energético conocido como el “chi” y que de acuerdo a los partidarios de esta forma de medicina, puede fluir por los distintos meridianos (canales) que se encuentran en el cuerpo.
Mientras que los acupunturistas, creen que el flujo energético puede recuperar su equilibrio cuando las agujas son insertadas en los puntos que están dentro de estos meridianos. Asimismo, los acupunturistas piensan que estos puntos son idóneos para la estimulación de la masa muscular, los tejidos conectivos y los nervios, lo que incrementa la presencia de los analgésicos que están en el organismo humano.
La acupuntura ¿Para qué sirve?
La acupuntura tiene una serie de utilidades que pueden generar beneficios para la salud del paciente. A través de sus técnicas, es posible proteger el sistema inmunológico del paciente, ayudando a su protección frente a enfermedades virales. Además, puede ayudar a tratar una serie de patologías y problemas de salud entre los que destacan:
- Enfermedades de carácter respiratorio como la bronquitis, el asma, la rinitis, el resfriado y la sinusitis.
- Problemas bucales como cualquier tipo de dolor tras la extracción de cualquier diente, así como faringitis o gingivitis.
- Inconvenientes que impiden una visión perfecta como las cataratas y la conjuntivitis.
- Afecciones neurológicas como la migraña y el dolor de cabeza.
- Trastornos que afectan al aparato digestivo como acidez excesiva en el estómago, estreñimiento y la úlcera duodenal.
- Inconvenientes de carácter ortopédico, como dolores lumbares, artritis reumatoide y dolores ciáticos.
- Dificultades para conciliar el sueño, como la agitación y el insomnio.
Asimismo, las sesiones de acupuntura pueden usarse para tratar situaciones derivadas de la quimioterapia, como los vómitos y las náuseas, así como problemas de corte emocional, especialmente el exceso de los niveles de estrés, la depresión y la ansiedad.
¿En qué se basa la acupuntura?
Tomando en cuenta los preceptos de la medicina tradicional de China, el cuerpo humano tiene una energía vital e importante denominada “qi”, que emana desde los órganos fundamentales del cuerpo llamados “zang-fu”, hacia los tendones, los huesos, las articulaciones, la piel y la masa muscular, mediante los canales conocidos como “meridianos” y al interior de estos se encuentran la mayoría de los puntos de acupuntura. Fuera de los “meridianos”, están los puntos extraordinarios y los puntos “A-shi”, que no tienen un sitio físicamente designado.
La acupuntura por ser parte de la medicina tradicional de China, percibe la enfermedad que afecta al paciente como un problema que es originado por los desequilibrios y la desarmonía en las distintas corrientes energéticas, al igual que los meridianos y la interacción entre el cuerpo humano con el medio ambiente. Con esta terapia, se intenta determinar el patrón que implica una carencia de armonía.
En tal sentido, los practicantes de la acupuntura piensan que existen enfermedades generadas por un exceso de humedad, frío y viento en los meridianos y para precisar el patrón de desarmonía que pueda presentar el paciente, se verifican factores como la forma y el color de la lengua, la fuerza del pulso en diversos puntos, el olor y la calidad de la respiración, junto al sonido que tiene la voz.
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